jueves, 21 de febrero de 2013

Poco a poco haremos mucho

Aquí, en mi primera entrada, me dispongo a lanzar una pregunta: ¿Qué clase de escuela queremos para la sociedad en la que vivimos?

En la 1ª clase de Didáctica General pudimos comentar que antiguamente ( y seguimos viendo casos actualmente) el modelo de escuela estaba claro. Era un modelo, en mi opinión, no educativo, puesto que un profesor dictaba conocimientos y el alumno los memorizaba sin ni quiera reflexionar en ellos. ¿Queremos seguir así?

Cierto es que en aquellos tiempos el profesor era la única fuente de conocimientos, ya que internet y otros medios, por supuesto, no estaban ni en mente de existir.

Y ahora me pregunto. Ya que estos medios son posibles, ¿es necesario que un profesor siga siendo un "reproductor" de apuntes ya escritos? Sin ninguna duda, creo que no.

La mayoría de nosotros, hemos estudiado simplemente para tener un buen estatus social y económico, que era el fin que nos han ido inculcando desde críos, pero esa no es la función de la educación. No queremos enseñar a nuestros niños para que el día de mañana sean máquinas de hacer dinero. Al menos, ese no es mi propósito.

Deberíamos apostar por un modelo democrático de escuela, en la que los alumnos tengan total libertad de exponer sus opiniones e intercambiarlas con los docentes, ya que éstos ya no les proporcionan información, sino que ahora deben explicarles cómo utilizar los conocimientos que aprenden con ayuda de otros medios.

Todos estos puntos, poco a poco y con ayuda de las clases, intentaré exponerlos mejor y mas profundamente.

"Las escuelas deben poner énfasis en el éxito y ser lugares donde los alumnos sean felices, se sientan a gusto y seguros, lugares donde todos los estudiantes se sientan queridos y valiosos" (Curwin y Mendler, 1983)